
Carta de despedida a un ser querido
Escribir una carta de despedida a un ser querido es una herramienta que puede ayudar mucho en el proceso de duelo. Sirve para organizar emociones y pensamientos y sacarlos de dentro en un ejercicio muy liberador. A continuación te explicamos cómo hacerlo.
Despedirse es necesario
Despedirse es una necesidad psicológica del ser humano, por eso, desde el principio de nuestra historia se han realizado diferentes tipos de rituales. Es una forma simbólica de cerrar una etapa y comenzar otra, y al mismo tiempo nos permite otorgarle el valor que merece esa persona que ya no está, que ha tenido un significado en nuestra vida, pero ahora ya forma parte del pasado. Sea cual sea el motivo por el que un ser querido se marcha de nuestra vida, poner un cierre en palabras y decir adiós es importante para poder comenzar de nuevo. Pero no siempre es posible, por ejemplo cuando se trata de un fallecimiento inesperado.
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Cuando una persona desaparece para siempre, perdemos cualquier oportunidad de expresarle sentimientos, y esto puede ser muy frustrante cuando se han quedado cosas por decir. Una carta de despedida puede ser una comunicación simbólica con esa persona ausente que nos ayude a canalizar esa angustia.
Cómo elaborar una carta de despedida a un ser querido
Para escribir esta carta hay que elegir un momento tranquilo, sin prisas, para poder tomarnos todo el tiempo necesario. Si las ideas se agolpan en la cabeza, hacer un listado de temas que se desean tratar puede ser muy útil para estructurar el contenido y al mismo tiempo nuestra mente. Además, siempre se recomienda escribir a mano, por ser más personal y más íntimo. En cada trazo de un manuscrito hay una parte del alma y de las emociones de quien escribe.
En el momento de comenzar a escribir, es importante no limitarse ni autocensurarse. Es una herramienta terapéutica que nos va a ayudar a sacar todos los sentimientos a flor de piel, así que no hay que contenerse ni tener miedo de escribir cosas inapropiadas, ni de llorar o enfadarse a medida que se escribe. Una carta de despedida a un ser querido puede ser un verdadero viaje emocional, donde rememoramos momentos y experiencias compartidas.
Quizá tengamos algún reproche hacia esa persona. Es algo perfectamente normal durante el duelo. Podemos expresarlo en nuestra carta, pero también hay que plasmar el agradecimiento por todos los aprendizajes que nos ha brindado esa persona en su paso por nuestra vida. Es un buen momento para recordar esos momentos que han calado más hondo en la memoria y que han tenido relevancia en nuestra historia vital. De esta forma es como empezamos a entender que las personas ausentes siguen estando con nosotros, aunque no sea de forma material.
La carta debe finalizar con una despedida, siempre dirigida hacia nuestro interlocutor, como si nuestro ser querido aún estuviese presente y fuese a leer o escuchar nuestras palabras. Para comenzar un proceso de duelo saludable, es de gran ayuda terminar volcando los mejores sentimientos de gratitud hacia esa persona. Una vez redactada la carta de despedida, podemos conservarla, leerla en un homenaje junto a otros seres queridos, o bien destruirla como forma de liberación emocional. Si sentimos que el duelo es problemático, es conveniente pedir ayuda psicológica.