
Cómo controlar la emoción del asco
Sí, quizá todos alguna vez hemos sentido asco. Ese sentimiento de aversión sobre algo. El problema es cuando este nos llega a controlar o se convierte en el mayor enemigo de nuestra vida diaria. Por ello, en esta entrada, te ofrecemos más detalles sobre cómo controlar la emoción del asco. Toma nota.
El asco: qué es, cómo llega a surgir y cómo puedes controlarlo
Se podría definir al asco como una reacción de profunda aversión hacia algo que, especialmente, nos resulta desagradable. Puede ser con una persona, un insecto, una comida o con los malos olores, entre otras muchas cosas. La lista puede ser inmensa.
En primer lugar, hay que considerar que el asco, como es frecuente en otras emociones, tiene un carácter de supervivencia. Un estímulo que nos advierte de un peligro que puede llegar a comprometer nuestra salud, pero que en algunos casos puede afectarnos bastante tanto a nivel físico como psicológico. Por ejemplo, a nivel físico, nos puede dar problemas digestivos o producir tensión muscular, mientras que a nivel psicológico puede hacernos sentir ansiedad o necesidad de escapar.
Cómo se puede controlar la emoción del asco
Con normalidad, cuando algo nos afecta con esta mala sensación, lo que solemos hacer es evitarlo. Por ejemplo, si no nos gusta un alimento, no solemos probarlo jamás, pese a que a nivel físico sabemos que dicho alimento puede proporcionarnos vitaminas o proteínas, entre otras cosas positivas. Así, se podría decir que el asco es adaptativo, pero que con el paso del tiempo se convierte en un problema.
Pautas para controlar la emoción del asco
- Respira. Ante todo, antes de que te tengas que enfrentar a eso que no te gusta, puedes realizar alguna técnica de respiración para relajarte.
- Relajarte. Si hay algo que te genera repulsión, recuerda que nadie te está animando a estar cerca de esa circunstancia, que es solo un sentimiento más.
- Aceptación de que lo evitas. Hay que entender el porqué de evitar la cosa que no te gusta. No sirve de nada dejarse llevar por estímulos que, en algunas ocasiones, son irracionales.
- Entiende lo que significa el asco. Entiendo lo que significa, los mecanismos de cómo funciona y las consecuencias que tiene para el organismo. Con leer esta entrada sería suficiente.
- Exponte de manera gradual. En el caso de querer vencer al asco, aproxímate a ello, quizá primero a cosas similares y, posteriormente, de manera total.
Tipos de asco que debemos conocer y por qué es negativo para las personas
Sí, existen diferentes tipos de asco que se deben tener en cuenta, sobre todo en el caso de que sintamos esta emoción negativa de manera continua y queramos «superarla». Se podría considerar que existen muchas tipologías.
Por ejemplo:
- el asco ligado a la moralidad, que nos genera un rechazo profundo a nivel emocional;
- hacia las excreciones corporales, como por ejemplo la saliva, el sudor u otras secreciones,
- también hacia signos de infección, alimentos en mal estado o,
- hacia determinados animales (insectos, ratas, etc.). Por supuesto, seguro que se te vienen muchos más a la cabeza.
En algunos casos hay que tener en cuenta que se potencian hábitos poco saludables al sentir este sentimiento negativo. De igual forma, existe el tipo interpersonal, que tiene consecuencias muy negativas para la sociedad, como por ejemplo conductas racistas o tratos de discriminación hacia otras personas o colectivos.
Si el asco se convierte en un problema principal, te domina o no te deja relacionarte con los demás, recuerda que puedes pedir ayuda para vencerlo. Por esta razón, en la entrada que acabas de leer se ofrece toda la información al respecto y algunos consejos para hacer frente a este sentimiento negativo.
Si crees que lo necesitas, contacta con nosotros, somos expertos en psicología, y bienestar, estaremos encantados de ayudarte.