
¿Cómo nos influyen las emociones negativas?
En realidad, todas las emociones son fundamentales, porque nos aportan información, nos mueven a la acción y nos permiten reaccionar de la manera adecuada. Por eso, no deberíamos diferenciar entre emociones negativas y positivas, porque todas ellas son adaptativas.
Sin embargo, como bien sabes, en la cultura popular sí nos referimos a ciertas emociones como negativas. El miedo, la ira o el enfado, la tristeza, la culpa, la envidia son algunas de ellas. ¿Quieres saber qué función cumplen y cómo nos afecta su descontrol o excesiva presencia?
Emociones negativas: función e influencia
Todas las emociones desempeñan tres clases de funciones:
- Adaptativa.
- Social.
- Motivacional.
Seguidamente, vamos a analizarlas en las principales emociones negativas.
Miedo
El miedo surge como reacción emocional en caso de amenaza, siendo real o imaginada. Es importante como preparación para la protección física y mental.
A partir de ella, pueden surgir estados de inseguridad, incertidumbre o ansiedad. Pero, al mismo tiempo, activan nuestra reacción ante el peligro: atacar, escapar o bloquearnos. Cuando se cronifica, genera episodios de inseguridad, ansiedad y fobias que exigen tratamiento.
Ira o enfado
Cumple también una autoprotección, en este caso frente al fracaso. Aparece cuando no nos sale lo que deseamos o intentamos, así como cuando alguien o algo interfiere en nuestros objetivos. Cuando se gestiona mal, deriva en rabia, frustración y, en ciertos casos, aislamiento o conductas antisociales.
Tristeza
Surge como consecuencia de una pérdida y puede dar lugar a otras emociones secundarias, como la culpa, la decepción, el pesimismo o la soledad. Su misión es clara: reintegrar personalmente al individuo. Para ello, te impulsa a pedir ayuda o a incrementar tus propios recursos para salir adelante.
Cuando esta emoción no se gestiona bien, y se vuelve permanente, puede producir depresión y tristeza crónica bloqueadoras. En esos casos, será necesario acudir a especialistas.
Culpa
Esta emoción tiene también una función adaptativa, sobre todo aprender de los errores para crecer como personas. Te invita a regular tus conductas sociales no deseables y a tratar de reparar los daños que has causado.
Es fundamental canalizarla correctamente hacia esas fórmulas liberadoras. De lo contrario, puede generar angustia, ansiedad y, a medio plazo, depresión.
Envidia
Esta emoción cumple una función de alarma y advertencia: nos avisa de una inferioridad y nos anima a intentar contrarrestarla. Es una emoción natural que, sin embargo, debes aprender a gestionar. Porque puede derivar en pensamientos maliciosos y destructivos, especialmente hacia el referente elegido. Así, tiene capacidad potencial para generar conductas antisociales, ira, bloqueos personales y pensamientos recurrentes.
Bien canalizada, se convierte en un impulso que potencia tu esfuerzo, tu imitación y tu aprendizaje personal. Por lo tanto, todas las emociones negativas tienen su razón de ser y es perfectamente humano que las sientas. Lo importante es cómo las gestionas y qué haces con ellas. Cuando las canalizas con naturalidad, te ayudarán a mejorar.
En Psynthesis Psicología estaremos encantados de ayudarte y proporcionarte herramientas para que aprendas a gestionar y canalizar las emociones, y que no interfiera en tu vida de forma inadecuada. Contacta con nosotros.