
Cómo superar los conflictos de pareja
Gritos, reproches, malas contestaciones… A la hora de gestionar un problema en la pareja parece que todo vale. Sin embargo, ¿funciona lo que haces cuando intentas arreglar un problema con tu pareja? A continuación, te detallo algunas claves para superar los conflictos en la pareja.
Los conflictos en la pareja
Las relaciones de pareja cambian, maduran y evolucionan con el paso del tiempo, de manera que la relación afectiva pasa por diferentes etapas.
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Aunque estas fases tienen como principal característica la consolidación de la relación, existen ocasiones en las que, por muy fuerte que sea el vínculo, se producen conflictos de pareja.
La personalidad de cada uno, sus creencias personales, las expectativas de futuro o las experiencias pasadas influyen en gran medida en la percepción individual de la relación, pudiendo llegar a surgir discrepancias.
Tener diferencias es algo natural y saludable, sin embargo, cuando éstas no llegan a una resolución y se transforman en un bucle infinito de culpas y reproches, aparece entonces el sufrimiento y el distanciamiento en la relación.
Abordar los conflictos en la relación
Los conflictos de pareja son una realidad, y que ocurren en el ciclo vital de la relación afectiva. ¿Qué quiero decir con esto? Que los conflictos son necesarios para que la relación siga creciendo.
A nadie le gusta discutir, pero cuando existe una diferencia con la otra parte, es necesario abordar el problema y ser claros. Una buena relación de pareja se construye desde el afrontamiento, y no desde la evitación.
Hay personas que les cuesta mucho ser asertivas e ir “en contra” de su pareja, pudiendo ser los motivos muy variados. Si eres de estas personas, pregúntate cuál es tu dificultad y desde dónde viene.
Es posible que no te atrevas a decir lo que piensas o lo que sientes por miedo al rechazo, a que dejes de gustarle a tu pareja o por miedo a descontrolarte y desatar tu ira.
También es común que, a la hora de gestionar un conflicto acaben saliendo a la luz trapos sucios, discusiones del pasado o temas que no tengan nada que ver con el conflicto inicial. Para evitar esto, es necesario que ambos sepáis identificar qué es lo que estáis abordando, y que lo hagáis desde un enfoque de colaboración o de equipo.
Dicho esto, a continuación, te enumero una serie de claves muy útiles a la hora de gestionar conflictos con tu pareja.
Abordar el conflicto una vez pasado, no in situ
Cuando nos dejamos llevar por el momento y las circunstancias, es posible que nuestra parte racional se evapore y cedamos a nuestros impulsos, como gritar o atacar verbalmente.
Es muy difícil encontrar razones o argumentos cuando somos puramente emoción e instinto. Por este motivo, es recomendable que habléis del problema una vez haya sucedido.
Esto os permitirá verlo con más perspectiva y llegar a un acuerdo desde un lugar tranquilo y sosegado.
No recurras al miedo o a la intimidación
Ocurre en ocasiones que, cuando una de las partes siente que está “perdiendo la batalla”, recurre a la intimidación o a las amenazas. Un ejemplo sería una persona que ante una disputa amenaza a su pareja con dejar la relación.
Esto, más que ayudar, lo que hace es añadir tensión y mayor conflicto.
Lo aconsejable sería dejar clara la intención de solucionar el problema, buscar una solución en conjunto y subrayar el deseo de seguir con la otra persona.
Si la otra persona se altera, me esfuerzo por calmarme
Es normal que, cuando la otra persona alza la voz y pierde las maneras, al final acabemos en su mismo juego y acabemos comportándonos de manera alterada.
Si tu pareja se muestra de esta manera, respira e indica que no te parece el momento adecuado para hablar las cosas, y que cuando el ambiente esté más calmado, podréis hablarlo tranquilamente
Aprende a pedir perdón
Pedir perdón y esperar que todo se olvide no es la mejor manera de gestionar un problema de pareja.
Aprender a pedir perdón conlleva un ejercicio de reflexión, en el que nos cuestionamos qué es lo que ha hecho daño a nuestra pareja, y, por lo tanto, asumimos nuestra responsabilidad y culpa. A su vez, pedir perdón significa comprometerse a no repetir aquello que ha causado daño.
Establece reglas y normas
Los problemas por lo que puede discutir una pareja son muy variados.
Sin embargo, siempre hay ciertos temas recurrentes que, de no ser tratados o gestionados debidamente, pueden dar lugar a conflicto.
Normalmente estos problemas se concentran en tres temas; hijos, dinero y división de tareas en la casa/responsabilidades.
Ser conscientes de cómo estos temas afectan a cada una de las partes es fundamental a la hora de prevenirlos y de abordarlos. Es como si tuviésemos un examen, y aún sabiendo de sobra los temas que van a entrar, decidimos no estudiarlos.
Por este motivo, si tenéis claro los temas que más os afectan, es recomendable que lo habléis desde cómo os hace sentir y qué necesitáis de la otra persona.
También es útil que reservéis un espacio de tiempo a la semana para tratar estos temas, como si de un seguimiento se tratase. De este modo podréis saber de antemano como se encuentra cada uno.
Estos son sólo algunas claves que pueden ayudaros a gestionar vuestros conflictos de pareja. Sin embargo, esto no funciona por arte de magia, y se necesita tiempo, esfuerzo, dedicación y muchas ganas por ambas partes.
Igualmente, si creéis que la situación es insostenible, siempre podéis recurrir a ayuda profesional y recibir terapia de pareja. Es un paso importante, que seguramente os asuste en cierta medida, pero os puedo asegurar que si tomáis esa decisión es porque queréis luchar por lo que tenéis. ¡No dudéis en contactarnos!
¡Nos vemos en el próximo articulo!