
Diferencias entre angustia y ansiedad
Todos conocemos en mayor o menor medida el concepto de ansiedad, pero, ¿sabemos lo que es la angustia? ¿Sabríamos diferenciar una de otra? ¿En qué se basan? A continuación te lo explicamos.
Diferencia entre angustia y ansiedad
Hoy en día es común escuchar conceptos como estrés, ansiedad o angustia entre la población. Vivimos en una sociedad cada día más concienciada con la salud mental; y, por lo tanto, no es raro oír entre nuestro círculo de amigos o familiares lo estresados que están con el trabajo; la ansiedad que les produce enfrentarse a determinados estímulos, como puede ser conducir para aquellos conductores primerizos; o la imposibilidad de realizar actividades cotidianas, como puede ser dormir, debido a la ansiedad que padecen.
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Ya vimos en anteriores artículos la diferencia entre ansiedad y estrés.
Sin embargo, ¿conocemos la diferencia entre ansiedad y angustia? ¿Tienen características en común? Vamos a verlo.
¿En qué consiste la ansiedad?
La ansiedad es un estado mental caracterizado por un gran sentimiento de inquietud y miedo, y no necesariamente se produce ante un estímulo concreto.
Cuando una persona siente ansiedad esto quiere decir que teme algo debido a una sensación de alarma en el organismo. Es decir, se produce porque se percibe una situación como potencialmente peligrosa y cuyo resultado es incierto, de modo que el organismo se prepara para actuar y responder ante ello.
Aunque tiene una función adaptativa y su cometido podríamos decir que es “positivo”, ya que es un mecanismo de defensa para sobrevivir, generalmente se percibe como una sensación desagradable.
Esto es debido a que se activan a nivel cognitivo, fisiológico y motor numerosos mecanismos para afrontar, evitar o directamente huir de aquel peligro, ya sea real o no.
Al igual que ocurre con el estrés, una ansiedad desproporcionada o continuada en el tiempo puede acarrear numerosos problemas para la persona que lo padece, llegando incluso a desarrollarse lo que conocemos como los trastornos de la ansiedad, afectando las actividades diarias de la persona y su desempeño en el trabajo, la escuela o en las relaciones interpersonales.
Causas de la ansiedad
La ansiedad puede deberse a numerosos factores genéticos, biológicos o químicos en el cerebro. También por el estrés acumulado a lo largo de un periodo de tiempo, por vivir situaciones de gran carga emocional o debido a algún tipo de adicción.
Síntomas de la ansiedad
Entre sus síntomas podemos encontrar:
- Taquicardia
- Irritabilidad
- Tensión muscular
- Dificultad para respirar o falta de aire.
- Agitación.
- Sudoración.
- Inquietud.
- Tensión.
- Insomnio.
- Mareos y náuseas.
- Preocupación excesiva y pensamientos negativos.
- Diarrea.
- Cambios de comportamiento.
¿En qué consiste la angustia?
La palabra angustia proviene del latín angustus, el cual quiere decir estrecho.
Si buscamos más sinónimos de esta palabra, podemos pensar en sentirse comprimido, apretado o ajustado.
La angustia, al igual que la ansiedad, es un estado de inquietud e intranquilidad muy intenso, y se produce por un estímulo desagradable.
A diferencia de la ansiedad, la angustia no es una respuesta emocional a un mecanismo de supervivencia, si no que es una reacción de miedo. Es un sentimiento de opresión y sofocación, y suele acompañarse de malestar psicológico y de alteraciones en el organismo.
Igualmente, si preguntamos a una persona sobre su percepción de ansiedad, seguramente nos hable de pensamientos negativos acerca del futuro, de su miedo hacia algo o a alguien, e incluso puede que nos exprese sensaciones de mal augurio o presagios. Es decir, la persona es capaz de percibir nítidamente su ansiedad y expresarla.
En cambio, con la angustia, esto no sucede. Es más bien como un dolor emocional, un estado de tensión acumulada y una alta sensación de inquietud reflejada en sus síntomas (a continuación los veremos). A su vez, la percepción de la angustia es más difusa, y se vuelve difícil concretar con palabras lo que ocurre internamente.
Causas de la angustia
El origen de padecer angustia difiere en cada persona y de sus múltiples particularidades. No existe una causa concreta para la misma; pero si que está asociada a una serie de factores, como, por ejemplo, tener un familiar de primer grado con trastorno de angustia o trastorno de pánico, o experimentar un acontecimiento estresante, como la muerte de un ser querido.
Síntomas de la angustia
Entre los principales síntomas de la angustia encontramos:
- Falta de aire.
- Mareos y náuseas.
- Opresión en el pecho.
- Sensación de sofoco.
- Impotencia.
- Dolor en el tórax.
- Sensación de desesperanza.
- Temor y/o miedo a morir.
- Sequedad en la boca.
- Escalofríos y sudoración.
- Temblores.
- Fatiga
- Sensación de encontrarse en un entorno de irrealidad.
- Trastornos del sueño.
Aunque a priori sus síntomas son parecidos a los de la ansiedad; en el caso de la angustia, éstos tienen más que ver con opresión en la zona del corazón, taquicardia, molestias gástricas o ardores, mientras que los de la ansiedad se fundamentan en la dificultad para respirar y en la falta de aire.
Los síntomas de la angustia son de tal magnitud que la persona que los padece puede llegar a pensar que se está muriendo o que está padeciendo un ataque al corazón.
En resumen
Aunque son conceptos símiles, ansiedad y angustia refieren a estados que responden a características diferentes.
Por un lado, la ansiedad responde a cuestiones puramente adaptativas y de supervivencia; mientras que la angustia tiene un efecto paralizante debido a que es un sentimiento vinculado a situaciones de desesperanza en las cuales se anula la capacidad de buscar soluciones, de modo que la inseguridad y el miedo aumentan.
Es vital entender la naturaleza de nuestros miedos, ya sean producidos por la angustia o por la ansiedad, ya que si no corremos el riesgo de que los efectos nos alteren de manera negativa y perdamos la capacidad de responder en los ámbitos de nuestra vida, ya sea personal, académica o profesional.
Si últimamente sientes que la ansiedad o la angustia ocupan una gran parte de tu vida no lo dudes y llámanos.
Desde Psynthesis Psicología estaremos encantados de ayudarte y transitar este camino contigo.
¡Nos vemos en el próximo artículo!