• 633 46 14 62
  • contacto@psynthesispsicologia.es

Qué se esconde detrás del enfado y cómo manejarlo

Qué se esconde detrás del enfado y cómo manejarlo

Qué se esconde detrás del enfado y cómo manejarlo

Conocer cuáles son las causas del enfado y cómo manejarlo es algo que puede serte de gran ayuda tanto en momentos puntuales como si esa emoción forma parte de tu día a día.

A continuación veremos cuáles son los resortes que generalmente provocan nuestros enfados, sus consecuencias y varias estrategias para evitar que estos terminen amargándonos la vida.

¿Qué hay detrás del enfado?

Nuestras emociones y la manera en la que las expresamos casi siempre están tratando de decirnos algo. En el caso del enfado, generalmente surge ante la sensación de injusticia. Y no es necesariamente una emoción negativaen muchos casos puede servirnos a la hora de poner límites cuando tratan de manipularnos.

Si crees que puedes necesitar ayuda, en Psynthesis Psicología estamos a tu disposición. Infórmate sobre nuestros servicios de terapia psicológica y tratamientos para la ansiedad.


Es más, canalizándolo adecuadamente, el enfado es una excelente forma de hacer crecer nuestra capacidad de resiliencia.

Eso sí, los excesos, evidentemente, nunca son buenos. Enfadarse sistemáticamente por todo puede traernos consecuencias muy negativas.

Estas son las principales causas de nuestros enfados:

Tristeza

Cuando estamos tristes puede que nos sea más “fácil” expresarlo con ira que afrontando el dolor que realmente hay detrás de esto.

Inseguridad

Si nos encontramos ante un estímulo que nos genera inseguridad podemos intentar aparentar todo lo contrario (una falsa seguridad) mediante enfados explosivos que por norma general lo único que conseguirán es que terminemos sintiéndonos culpables.

Ansiedad

La ansiedad puede ocasionar que vivamos mucho más intensamente algunas situaciones, haciendo que incluso nos sintamos molestos por la más mínima cosa o hasta por situaciones que todavía no han sucedido (y puede que nunca sucedan).

En estos casos es muy común anticiparse al daño que presentimos, respondiendo en base a eso y no a lo que está ocurriendo realmente.

Expectativas frustradas

Cuando no se cumple algo que esperábamos es muy común que la primera respuesta a esa frustración sea el enfado.

Incertidumbre

La incertidumbre de no saber qué va a pasar puede manifestarse como un enfado mediante el que muchas veces lo que realmente se busca es obtener unas explicaciones o una certeza que hagan todo algo más concreto.

Cansancio

El hecho de no haber descansado adecuadamente puede traducirse en una irritabilidad que nos lleve a sobrereaccionar a situaciones.

¿Cuáles son las consecuencias del enfado en nuestro día a día?

Como hemos dicho antes, vivir en un continuo estado de enfado no es nada bueno. Entre otras cosas, puede hacer que nos centremos exclusivamente en las cosas malas que nos pasan, olvidándonos de todo lo bueno que también tenemos.

Asimismo, cabe la posibilidad de que nos acostumbremos tanto que hasta podamos llegar a tener un ataque de ira por cosas tan cotidianas como no tener en casa algo que tenías pensado para comer ese día o que te toque aguantar un atasco.

Cuanto esto sucede lo más probable es que estemos ante una dificultad para aceptar los cambios, así como a una baja tolerancia a la frustración y a una incapacidad de gestionar las emociones de un modo correcto.

Ni que decir tiene que los que nos rodean tampoco lo pasaran bien a nuestro lado. En casos extremos, hasta pueden evitarnos para ahorrarse la tensión en el ambiente que generan nuestros estallidos. Algo que después nos hará sentir culpables.

Afortunadamente hay formas de gestionarlo.

¿Cómo manejarlo?

  • Expresa lo que te molesta, pero hazlo de forma asertiva, haciéndole saber a la otra persona qué es lo que te causa ese malestar para que evite hacerlo o comportarse de esa manera. Recuerda eso de que “hablando se entiende la gente”.
  • Cuando notes que tu enfado llega a su punto de ebullición, respira antes de estallar y piensa qué es lo peor que puede pasar. Intenta recordar también que ninguna situación dura eternamente.
  • No lo evites, ya que podría ser peor. Simplemente busca una mejor forma de canalizar esa rabia. El deporte o salir a despejarse son maneras muy eficaces de sacarse el enfado de encima.

No hay duda de que el enfado es algo que cualquiera puede sentir, y de hecho muchas veces incluso puede hacernos bien. La clave está, como en todo, en no traspasar ciertos límites.

Esperamos haberte ayudado tanto a entender sus causas como a aprender varias formas de gestionar el enfado cuando llegue el momento para evitar que esta emoción se apodere de tu vida.

Si sientes que el enfado te supera y te impiden ser feliz, no dudes en buscar ayuda profesional a un psicólogo. Así mejorarás tu autoestima, superarás tu rabia y recuperarás el control de tu vida.

No lo dudes, contacta con nosotros, somos expertos en psicología, y bienestar.

Si crees que puedes necesitar ayuda, en Psynthesis Psicología estamos a tu disposición. Infórmate sobre nuestros servicios de terapia psicológica.
Compartir en redes sociales

Deja tu mensaje