
La esquizofrenia
Como psicólogos en Madrid centro, sabemos que la esquizofrenia es un trastorno grave que se caracteriza por un amplio espectro de disfunciones cognitivas y emocionales que incluyen alucinaciones y delirios; habla y comportamiento desorganizado, y emociones inapropiadas.
¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia es un síndrome complejo que inevitablemente tiene un efecto devastador en la vida de la persona afectada y sus familiares. Este trastorno puede alterar la percepción; el pensamiento; habla; y el movimiento de la persona. Además, pese a los progresos en el tratamiento, es poco frecuente recuperarse por completo.
Es un trastorno mental grave que constituye un problema sanitario y social de gran importancia. Afecta al 1% de la población. Es por todo esto que en los últimos años se han producido importantes avances en la investigación que hoy nos permite un mejor conocimiento de la compleja naturaleza de este trastorno.
Un poco de historia sobre la esquizofrenia
A pesar de que ya existían textos con descripciones de personas que padecían esquizofrenia. No es hasta finales del siglo XIX, cuando Kraepelin nos da una descripción y clasificación de la esquizofrenia a la que llama “Dementia Praecox”. Y la define como un trastorno que aparecía en la juventud, de naturaleza orgánica y de síntomas difusos bajo la cual evoluciona un proceso especialmente destructivo de la personalidad. Así mismo diferencia varios tipos de demencia:
- Catatónica: se caracteriza por una alteración de la inmovilidad y agitación excitada.
- Hebefrénica: caracterizada por una emocionalidad “estúpida” e inmadura.
- Paranoica: en la que aparecen delirios de grandeza y de persecución.
Más tarde, Bleuler introduce el término esquizofrenia. Este nombre se deriva de la combinación de las palabras griegas “esquizo” (escisión) y “fren” (mente). Y considera que este trastorno se caracteriza por la escisión asociativa en las funciones básicas de la personalidad que se pueden llegar a transmitir hereditariamente.
Desde entonces, han sido muchos los estudiosos que han querido dar explicación a este trastorno mental y muchas las investigaciones para poder identificar correctamente sus síntomas, las causas, los tipos de esquizofrenia y el tratamiento.
¿Qué es la esquizofrenia?
La esquizofrenia puede afectar a todas las funciones de las que dependemos a diario.
El Manual de Criterios Diagnósticos desarrollado por la Asociación Americana de Psiquiatría refiere que la esquizofrenia se caracteriza por dos o más de los siguientes síntomas durante al menos seis meses:
- Delirios.
- Alucinaciones.
- Discurso desorganizado.
- Comportamiento muy desorganizado o catatónico.
- Síntomas negativos
El nivel de funcionamiento a nivel laboral, social o cuidado personal está por debajo del nivel alcanzado antes del inicio del trastorno; y no puede ser atribuido al consumo de sustancias o la presencia de otras enfermedades.
Síntomas de la esquizofrenia
Quienes trabajan en el cuidado de la salud mental, por lo general, distinguen entre síntomas positivos y negativos de la esquizofrenia. Se ha añadido una nueva categoría de síntomas desorganizados.
Síntomas positivos
Incluyen aquellas manifestaciones más activas. O lo que es lo mismo, un exceso o distorsión del comportamiento que consideramos normal.
- Delirios. Son creencias erróneas que se caracterizan por una mala interpretación de la realidad. Los contenidos de los delirios suelen ser de persecución; de referencia; somáticos; religiosos; de grandeza; culpa; celos; o de control, entre otros.
- Alucinaciones. Consiste en la percepción de estímulos que en realidad no existen. Como cuando sentimos que alguien nos habla, pero no hay nadie, por ejemplo.
- Conducta extravagante. Se centra principalmente en la forma de vestir y en la apariencia; la conducta sexual y social; y el comportamiento repetitivo o estereotipado.
Síntomas negativos
Los síntomas negativos indican por lo general, la ausencia o insuficiencia del comportamiento normal. Estos síntomas de la esquizofrenia implican diferencias en la conducta normal en áreas como el habla y la motivación.
- Apatía. Se refiere a la incapacidad de iniciar y persistir en las actividades, como pueden ser las relacionadas con la higiene personal.
- Alogia. Es la ausencia relativa de habla. Una persona con alogia puede responder a preguntas con respuestas muy breves que poseen poco contenido; y quizás, parecer poco interesada en la conversación.
- Anhedonia-insociabilidad. Hace referencia a las escasas (o nulas) actividades lúdicas; disminución del interés sexual; reducida capacidad para las relaciones íntimas o cercanas; y aislamiento social.
- Afectividad plana o embotada. Inexpresividad facial; disminución de movimientos espontáneos; escasez de gesto; pobre contacto ocular; ausencia de respuesta afectiva; y ausencia de inflexiones en la voz.
Síntomas desorganizados
Por último, los síntomas desorganizados incluyen:
- Habla desorganizada. Se caracteriza porque la persona habla de forma que sus ideas desembocan en otras relacionadas o no; contesta a preguntas de manera indirecta; tiene una forma de hablar incomprensible; llega a conclusiones ilógicas; da muchos rodeos al hablar y tarda mucho tiempo en decir lo que desea; o porque se distrae por cosas insignificantes que interrumpen lo que estaba diciendo.
- Afecto inapropiado y conducta desorganizada. En ocasiones se ríen o lloran en momentos inadecuados. A veces presentan conductas extrañas, como acumular objetos; o se comportan de forma rara en público. Además, se entregan a muchos otros comportamientos “activos” que, comúnmente, se perciben como inusuales. La catatonia, por ejemplo, es uno de los síntomas más curiosos en algunos individuos que padecen esquizofrenia. Se caracteriza por una disminución del movimiento que va desde la agitación más desenfrenada a la inmovilidad.
Causas de la esquizofrenia
Son muchas las teorías acerca del origen de la esquizofrenia.
Los modelos médicos defienden el origen biológico de este trastorno. Por un lado, se cree que el origen de la esquizofrenia está condicionado de manera genética. Sin embargo, a pesar de que los factores genéticos intervienen en el inicio de la enfermedad, no se puede afirmar que determinen su aparición.
Otros modelos biológicos se centran en estudiar las lesiones estructurales en el cerebro. Estas lesiones son más comunes en las personas que presentan más síntomas negativos; mayores déficits neurológicos y peor respuesta al tratamiento farmacológico. Algunos estudios se centran en el neurodesarrollo y afirman que las personas que desarrollan esquizofrenia pueden haber sufrido alguna alteración en la formación de su cerebro durante el embarazo; y que ésta se manifiesta cuando las estructuras implicadas han madurado completamente y aparece una fuente de estrés importante.
Por otro lado, a nivel neuroquímico se ha visto que el aumento o la disminución de ciertos neurotransmisores pueden explicar algunos síntomas de la esquizofrenia. Así pues, podemos encontrar una hiperactividad de la dopamina; niveles elevados de noradrenalina; y un déficit de serotonina. Sin embargo, los resultados son contradictorios y poco concluyentes.
Por su parte, las teorías psicológicas estudian las variables cognitivas bajo el paradigma del procesamiento de la información; rasgos de personalidad; y estilos de afrontamiento.
Básicamente, lo que se ha visto es que las personas con esquizofrenia presentan determinados rasgos a lo largo de la infancia. Se ha visto que son niños que se perciben menos eficaces; y con menor capacidad para enfrentarse a situaciones que le requieran un esfuerzo. Se caracterizan porque tienen menor capacidad para las relaciones personales cercanas; presentan más distorsiones cognitivas y perceptuales; suelen tener un comportamiento excéntrico; y suelen ser personas supersticiosas o preocupadas por los fenómenos paranormales. En resumen, son considerados como extraños.
Por último, son personas con un menor locus de control y presentan una capacidad reducida para afrontar las situaciones.