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Qué son las fobias específicas. Tipos, ejemplos y tratamientos

La fobia especifica

Qué son las fobias específicas. Tipos, ejemplos y tratamientos

Las fobias son uno de los trastornos por ansiedad más frecuentes en la población general, y dentro de ellas, son las fobias específicas las que afectan a un mayor número de casos.

El miedo y las fobias

El miedo es una experiencia muy común para las personas. De hecho, tiene un importante valor adaptativo para la supervivencia de la especie. Cuando hablamos de miedo adaptativo nos referimos al conjunto de sensaciones que aparecen como una respuesta normal ante peligros reales. Sin embargo, cuando estas sensaciones se experimentan en situaciones que no suponen una amenaza real, nos encontramos ante un miedo que denominamos fobia.

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Relación entre el miedo y la fobia
El término fobia se utiliza para describir este tipo de reacciones de miedo no deseables. Las fobias pueden clasificarse de muy diversas maneras. Sin embargo, una de las clasificaciones más ampliamente aceptadas es la que distingue entre tres grupos:

En este artículo nos vamos a centrar en las primeras.

Qué son las fobias específicas

Las fobias son uno de los trastornos por ansiedad más frecuentes en la población general, y dentro de ellas, son las fobias específicas las que afectan a un mayor número de casos.

En el DSM (Manual Diagnóstico desarrollado por la Asociación Americana de Psiquiatría), la categoría de fobia específica se presenta como una categoría residual de trastorno fóbico; en ella se incluyen todos los miedos fóbicos provocados por situaciones concretas, siempre que no sean las situaciones sociales (fobia social), el miedo a un ataque de pánico, o las situaciones de miedo características de la agorafobia.

Diagnosis de las fobias específicas y sus características

A simple vista puede parecer que las fobias son tipos de trastornos fácilmente identificables. Sin embargo, existen algunas dificultades a la hora de delimitar las características de una fobia y fijar sus límites. Dado que una fobia es una forma especial de miedo, una de las dificultades diagnósticas más evidentes con la que nos encontramos tiene que ver con el establecimiento de los límites entre el miedo adaptativo y el miedo fóbico. Existe un acuerdo más o menos generalizado a la hora de señalar sus características indicativas:

  • Es desproporcionado con respecto a las exigencias de la situación.
  • No puede ser explicado o razonado por parte de la persona.
  • Está más allá del control voluntario.
  • Lleva la evitación de la situación temida.
  • Persiste a lo largo del tiempo.
  • Es desadaptativo.
  • No es específico a una fase o edad determinada.

De todas las características señaladas, son especialmente relevantes para la diferenciación entre miedo fóbico y adaptativo la persistencia, la magnitud y el carácter desadaptativo del primero frente al segundo.

Además, una reacción de miedo fóbico se caracteriza, frente a otros trastornos de ansiedad, por desencadenarse ante la presencia o la anticipación de un estímulo o situación concreta; el contacto o la anticipación de un estímulo o situación concreta; además, el contacto o la anticipación con la situación temida desencadena un patrón típico de reacciones fisiológicas, cognitivas y motoras.

Síntomas de las fobias específicas

Al estar incluido dentro de los trastornos de ansiedad, los síntomas son muy similares a esta. La ansiedad se manifiesta en un triple sistema de respuesta:

  • A nivel fisiológico, se pone en marcha un conjunto de respuestas características del aumento de la actividad del sistema nervioso autónomo: aumento de la tasa cardíaca y respiratoria; sudoración; inhibición de la salivación; contracciones estomacales; nauseas; diarrea; o elevación de la tensión arterial. El problema es que existen importantes diferencias individuales, de forma que no existe una única medida que represente la reacción somática del miedo para todas las personas.
  • A nivel cognitivo o subjetivo, el individuo puede desplegar toda una serie de creencias sobre la situación temida y sobre su capacidad para afrontarla; así como un amplio conjunto de interpretaciones subjetivas acerca de sus reacciones fisiológicas. Todo ello se puede traducir en imágenes o autoverbalizaciones de las consecuencias negativas que espera.
  • Por último, a nivel motor la reacción más frecuente puede ser abandonar la situación temida lo más rápidamente posible y tratar de evitarla en el futuro.

Las personas con una fobia específica difieren entre sí en el patrón de reacciones cognitivas, motoras y fisiológicas que muestran ante lo temido. Así, mientras que unos son capaces de soportar la situación temida, aunque con gran malestar subjetivo y fisiológico, otros se caracterizan por evitar de la situación a la que temen.

Tipos de fobias específicas

Dentro de las fobias especificas, nos encontramos con que recoge todas las fobias que no son ni fobia social ni agorafobia. El principal problema es que dentro de esta categoría se incluye un rango demasiado amplio de fobias que no necesariamente comparten las mismas características clínicas.

El término fobia específica hace referencia a todas aquellas fobias en las que la reacción de miedo está circunscrita o focalizada en objetos o situaciones concretas como pueden ser los perros, las alturas o los espacios cerrados. Aquí se incluyen todas aquellas fobias en las que son específicos los estímulos capaces de evocar la reacción de miedo fóbico.

Imagen de fobias específicas
De ahí que bajo el título de fobia especifica se incluya una variadísima gama de tipos de fobias diferentes atendiendo a la naturaleza del estimulo temido. Entre ellas, las más comunes son:

  • las fobias a los animales;
  • la sangre y a las heridas;
  • médicos y dentistas;
  • a defecar o miccionar en lavabos públicos;
  • a las alturas;
  • miedo a los lugares cerrados;
  • los ruidos;
  • a los fenómenos meteorológicos;
  • miedo a la oscuridad;
  • a conducir o a viajar en avión;
  • fobia a comer alimentos concretos y/o atragantarse;
  • o a la actividad sexual.

Hasta la fecha, la subdivisión entre fobia a los animales, fobia a la sangre y heridas y las llamadas fobias situacionales (conducir, viajar en avión, espacios cerrados, entre otras) es una de las que cuenta con mayor grado de aval empírico.

Algunas de las fobias específicas más comunes serían:

Fobia a los animales y fobias ambientales (alturas, tormentas, oscuridad)

Estas fobias aparecen antes de los 10 años y son más habituales en mujeres. A pesar de ser consideradas miedos evolutivos ya que aparecen en ciertas etapas de la infancia y remiten espontáneamente; en algunos adultos pueden llegar a mantenerse debido a una experiencia traumática.

En general, en la mayor parte de los casos los fóbicos temen al pánico que pueden llegar a experimentar y mostrar ante la presencia del animal o situación ambiental, y a las consecuencias negativas que ello puede tener.

Fobia a la sangre y/o heridas

Es posible que tenga una base genética y se inicia en torno a los 9-10 años. Consiste en una exageración de la típica respuesta vasovagal ante la vista de sangre. Es una fobia particular ya que a diferencia del resto de fobias muestra un patrón bifásico; es decir, en un primer momento se produce un breve y ligero aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial, que va seguido de una importante desaceleración vasovagal del ritmo cardíaco y de la presión arterial. Todo ello acompañado de nauseas, sudor, palidez, y en ocasiones, desmayo.

Claustrofobia

La claustrofobia es el miedo a lugares cerrados, como túneles o ascensores. Su edad de inicio es muy diferente a las demás fobias, en torno a los 20 años.

Fobia a volar

Es una fobia situacional. Se cree que está presente en al menos un 10% de la población. A día de hoy, es una fobia que puede mermar de manera excesiva la autonomía de la persona. En concreto, a nivel laboral puede perjudicar el rendimiento y promoción en el trabajo. En muchos empleos, es necesario realizar viajes y esta fobia hace que se vea afectada la situación laboral de la persona.

Fobia a la enfermedad

La fobia a la enfermedad es el miedo desproporcionado o injustificado a desarrollar una enfermedad.

Es importante diferenciarla de la hipocondría. Mientras que en ésta la persona tiene la convicción de estar enfermo, en la fobia a la enfermedad, se tiene terror a padecer una enfermedad.

Fobia al dentista

La fobia al dentista es una fobia simple bastante común. Un porcentaje elevado de la población presenta temor a las intervenciones dentales pero sólo un 5% presenta esta fobia.

Se inicia en la infancia o adolescencia produciendo un cuadro de ansiedad aguda. En los adultos se manifiesta con conductas de evitación.

Fobia a conducir: amaxofobia

Esta fobia situacional es más habitual de lo que pensamos. Se caracteriza por una incapacidad o miedo a conducir. Existen muchas causas que pueden generar este miedo a conducir. Unas veces sucede después de una enfermedad, cuando el organismo está más débil; otras, tras un trauma o shock emocional (un accidente de tráfico, por ejemplo); y, en otras, surgen como consecuencia a épocas de estrés o ansiedad.

Lo habitual de las fobias específicas es que sean de crónicas. Los pacientes las mantienen en el tiempo evitando enfrentarse a ellas y readaptan su vida para evitar lo que temen.

En la actualidad, el tratamiento psicológico es el más eficaz. Por eso, si crees que tienes una fobia específica, que está mermando tu día a día no dudes en ponerte en contacto con Psynthesis Psicología.

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