
La virtud del coraje
Hace unas semanas hablábamos dentro del ámbito de la psicología positiva qué eran las fortalezas y las virtudes. En esta ocasión vamos a hablar de la virtud de “Coraje”; las fortalezas que podemos incluir dentro de ella; y, plantearemos diferentes ejercicios para poder potenciarlas.
Fortalezas que se incluyen dentro de la virtud del Coraje
Como psicólogos en Madrid centro, sabemos que las fortalezas que se incluyen dentro de la virtud del coraje son fortalezas emocionales que requieren el ejercicio de voluntad individual necesario para lograr meta a pesar de los obstáculos, ya sean éstos externos o internos.
Perseverancia o persistencia
La perseverancia es la fortaleza mental necesaria para seguir trabajando en pos de las metas que nos proponemos, a pesar de los obstáculos o retrocesos que nos podemos encontrar en el camino.
La persistencia consiste en terminar lo que se comienza; persistir en el intento de alcanzar sus objetivos a pesar de encontrarnos dificultades en el camino. Un ejemplo de perseverancia lo podemos encontrar en la siguiente historia de Jorge Bucay:
“Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata.
Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.
Una de ellas dijo en voz alta:
-No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril.
Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.
La otra rana, más persistente o quizás más tozuda se dijo:
-¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mí último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora.
Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas.
Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla.
Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando alegremente.”
Para trabajar esta fortaleza os proponemos que escribáis vuestras metas u objetivos y que los coloquéis en un lugar donde los podáis ver con regularidad ¡Dejad que os inspiren!
Para los más pequeños, os proponemos dos actividades para que elijáis con cual, tanto ellos como vosotros, os sentís más cómodos. Por un lado, podéis enseñarles esta fortaleza sembrando una serie de semillas e ir observando y cuidando las plantas que van naciendo de ellas. Hay que dejar al niño responsabilizarse de su cuidado: regándola; vigilando que tenga la luz adecuada; ponerle más tierra; quitar las hojas secas; etc. Por otro lado, si sois amantes de los animales, podríamos tener una mascota en casa (pájaros; perros; peces; tortugas…). El niño, bajo vuestras pautas se encargaría de su cuidado: darle de comer; limpiar la jaula o pecera; etc. Estas actividades contribuyen a que los niños perseveren en una tarea a lo largo de un periodo de tiempo más o menos largo, haciéndoles sentir responsables y fomentando además su autonomía personal.
Una película que refleja esta perseverancia y que os recomendamos ver es “El discurso de rey”, una historia de superación personal en la que su protagonista, a través del coraje y la tenacidad lucha para conseguir sus metas y superar sus miedos.
Honestidad o autenticidad
La honestidad es otra de las fortalezas que forman parte del coraje. Esta fortaleza se manifiesta yendo siempre con la verdad por delante, presentarse ante los demás de un modo genuino y con una actitud sincera.
Una persona íntegra es abierta y honesta con sus propios pensamientos, sentimientos y responsabilidades, teniendo mucho cuidado para no inducir a error, ya sea a través de la acción o de la omisión.
Una película clave que refleja esta fortaleza y que además podéis disfrutar con los más pequeños es “Pinocho”. Por otro lado, os proponemos también “Matar a un ruiseñor”, adaptación de la novela de Harper Lee. Una gran obra desarrollada en la época de la Gran Depresión, en la que un abogado defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. A pesar de que la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto nuestro protagonista, quien a pesar de granjearse grandes enemistades, con su integridad, compasión y valentía acepta el caso.
Para entrenar esta fortaleza os proponemos que os prestéis atención y anotéis cada vez que decís una mentira, por pequeña que sea y tratéis de hacer esa lista más corta cada día. Con los más peques podéis jugar a “¿verdad o mentira?” con el objetivo de enseñarles a diferenciar entre ambas. Esto se puede hacer poniéndoles ejemplos de verdades o mentiras como la luna es cuadrada; el sol es redondo; los caballos vuelan; los elefantes tienen trompa… Y que más adelante sean ellos los que vayan poniendo ejemplos.
Ilusión y vitalidad
La vitalidad es un enfoque de la vida marcado por una apreciación de la energía, la vitalidad y el entusiasmo. La vitalidad difiere de la satisfacción en la medida en que implica una mayor activación y entusiasmo a nivel psicológico y fisiológico.
Una persona vital es aquella que vive la vida como una aventura de todo corazón. Una vida de vigor permite a uno experimentar a superposición de lo físico y lo mental. En resumen, la ilusión hace referencia a sentirse vivo y activo.
Para trabajar esta fortaleza os proponemos que simplemente reservéis y agendéis un hueco para celebrar vuestros próximos dos logros o victorias, sean del tipo que sean. En el caso de los más jóvenes es fundamental que aprendan a afrontar las situaciones con entusiasmo y energía; para ello, es necesario que aprendan a identificar las circunstancias que les producen ánimo o desánimo y reconocer cómo se sienten en esos momentos.
Como película para esta semana os proponemos que veáis “Intocable”, donde vitalidad, fuerza y una gran dosis de sentido del humor son los ingredientes secretos que permiten abordar un tema tan duro como la tetraplejia.
Valentía y valor
La última de las fortalezas que encontramos dentro del coraje es la valentía y valor. Esta fortaleza hace referencia a la capacidad de tomar medidas para ayudar a otros a pesar de posibles riesgos o peligros. La valentía permite a la gente evitar la reducción de las amenazas, los desafío o el dolor asociado con la realización de buenas obras.
Las personas valientes conceden la máxima importancia a un propósito superior y a la moralidad sin importar las consecuencias; es por ello que los actos valientes se llevan a cabo voluntariamente, con pleno conocimiento de las posibles adversidades.
Un ejercicio ideal para comenzar a potenciar esta fortaleza es empezar a practicar las frases, los tonos y los manierismos que nos podrán permitir enfrentarnos con eficacia a una situación determinada la próxima vez que nos pase.
Para los más pequeños podemos practicar por medio de juegos a expresar sus preferencias y opiniones superando cualquier presión ante sus elecciones. De esta manera, podríamos a empezar a jugar con ellos colocando una cantidad de juguetes en la habitación, de forma que puedan elegir el que más les atraiga, mientras expresan en voz alta por que han elegido ese juguete en particular. Es importante que no emitamos ningún juicio sobre la explicación del niño y solo deberemos reforzar el hecho de que tiene sus propias razones para elegir ese juguete.
Además, os recomendamos que veáis “Hotel Rwanda”, una película basada en hechos reales que refleja a la perfección la fortaleza de la valentía. ¡Disfrutadla!
Si quieres conocer cuáles son tus fortalezas y el modo de potenciarlas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Psynthesis Psicología no solo trabajábamos para aliviar aquella sintomatología que te hace sentir mal, sino que poseemos los recursos para que cuando estés bien, consigas sentirte mejor.