
¿Qué es la ansiedad crónica?
La ansiedad crónica afecta cada día a más personas, principalmente por no prevenir su aparición y desarrollo. En el siguiente artículo te contamos en qué consiste.
¿Es posible tener ansiedad crónica?
Tener ansiedad de vez en cuando no significa necesariamente que exista una patología o problema grave para las personas.
Si crees que puedes necesitar ayuda, en Psynthesis Psicología estamos a tu disposición. Infórmate sobre nuestros servicios de terapia psicológica y tratamientos para la ansiedad.
En anteriores publicaciones del blog hemos comentado que este sentimiento de miedo e inquietud tiene una función adaptativa en el ser humano, de manera que nos permite responder a las demandas del medio.
Evolutivamente, o, dicho de otra manera, la ansiedad nos prepara para la acción: huir o atacar.
Sin embargo, imagina por un momento que tienes ansiedad constantemente. El miedo se apodera de ti, empiezas a sudar, tienes temblores, y rápidamente comienzas a pensar en todos los posibles escenarios negativos.
De repente, lo que antes te preparaba para responder a las exigencias externas, ahora te impide llevar a cabo determinadas funciones, tareas o tu vida diaria, como salir de casa, trabajar o incluso dormir.
Dicho con otras palabras, has pasado de sentir ansiedad a sufrir un estado permanente de ansiedad y preocupación.
Asimismo, padecer ansiedad crónica no supone una condición clínica o patología como tal. Sin embargo, si este sentimiento de temor y nerviosismo se prolonga como mínimo 6 meses, entonces pasamos de hablar de ansiedad crónica a trastorno de ansiedad generalizada.
Por lo tanto, padecer ansiedad crónica no es sólo dañino de por sí, sino que además puede patologizarse y agravar sus síntomas.
Síntomas de la ansiedad crónica
En caso de padecer ansiedad generalizada, existen una serie de síntomas comunes que aparecen con mayor o menor frecuencia.
Entre estos síntomas podemos encontrar:
- Preocupación o ansiedad persistente por determinados asuntos que son desproporcionadas en relación con el impacto de los acontecimientos. Es decir, lo más característico es la desproporción de la ansiedad con respecto al estímulo que la provoca.
- Dificultad para lidiar con situaciones de incertidumbre.
- Temperamento indeciso y miedo a tomar la decisión equivocada.
- Incapacidad para dejar de lado u olvidar una preocupación.
- Incapacidad para relajarse, sensación de nerviosismo y sensación de excitación o de estar al límite.
- Dificultad para concentrarse.
Este tipo de trastorno se caracteriza por una ansiedad y preocupación persistente e intensa por actividades o eventos, incluso los más rutinarios. Igualmente, a menudo se acompaña de otros trastornos, como la agorafobia, o depresión.
También se pueden experimentar síntomas físicos como trastornos del sueño, fatiga, tensión muscular o dolores musculares, agitación, temblor, nerviosismo o tendencia a los sobresaltos, sudoración, alteraciones gastrointestinales y náuseas.
El estigma de la ansiedad
Uno de los principales problemas que encontramos a la hora de abordar la ansiedad es el estigma en la sociedad.
Aunque por suerte cada vez se habla más de la importancia de cuidar nuestra salud mental, todavía nos queda un largo recorrido con respecto a la ansiedad, ya que muchas personas temen hablar de cómo la sufren, principalmente por miedo al juicio de los demás, a ser llamados “débiles” o “locos”.
Esto se traduce en innumerables esfuerzos por parte de la persona en intentar disimular los síntomas, de manera que no sólo sentimos nuestra propia ansiedad, sino que además añadimos ansiedad adicional.
Otro problema con respecto a la ansiedad crónica es que muchas veces la persona que lo padece no es consciente de su estado ni del problema que padece.
¿Por qué ocurre esto? Porque los seres humanos nos acostumbramos a nuestro sufrimiento, y lo maquillamos con frases como “es que soy así de preocupado” o “no puedo estar quieto, por eso no duermo casi”. Nos habituamos a ese estilo de pensamiento, a las respuestas de nuestro cuerpo y mente ante los problemas y complicaciones cotidianas, aunque en el fondo, si llegamos a compararnos con el otro, sabemos que algo no anda bien del todo.
Cómo combatir la ansiedad crónica
La ansiedad tiene tratamiento gracias a la terapia psicológica, siendo el recurso más efectivo tratar la raíz del problema y dotar a la persona de herramientas en el manejo de la ansiedad.
De este modo, la persona con ansiedad crónica aprende a desarrollar pensamientos racionales y realistas, encaminados a obtener un mayor poder y control sobre su vida.
Si últimamente te sientes preocupado en exceso, intranquilo y vives incluso las situaciones más rutinarias con cierto temor, es posible que padezcas ansiedad.
Por este motivo te brindamos todo nuestro apoyo y conocimiento en el tratamiento de la ansiedad, para que puedas dirigir de nuevo tu vida y que no lo haga el miedo. Si lo necesitas, contacta con nosotros.