
¿Cuáles son los síntomas de un ataque de ansiedad?
Los ataques o crisis de ansiedad provocan a la persona que los sufre diferentes reacciones. Éstas abarcan desde un nivel cognitivo, es decir, pensamientos, pasando por respuestas físicas, hasta reacciones motoras, modificándose así nuestra conducta. Si te interesa saber más, continúa leyendo.
¿Cómo reconocer los síntomas de un ataque ansiedad?
Hemos visto anteriormente en el blog que los ataques de ansiedad se producen en momentos de gran estrés o de gran carga traumática. Son respuestas del organismo ante situaciones límites, y se caracterizan por la sensación de angustia o miedo.
Muy brevemente, podemos entender un ataque de ansiedad como una experiencia intensa y abrumadora de malestar emocional que puede ocurrir de forma inesperada.
Durante el episodio, la persona siente un miedo intenso sin una razón clara y puede experimentar una sensación de peligro inminente.
Los ataques de ansiedad pueden ser física y emocionalmente desafiantes, generando una respuesta de lucha o huida. No obstante, a pesar de que los síntomas son intensos, los ataques de ansiedad no representan un peligro real.
Si crees que puedes necesitar ayuda, en Psynthesis Psicología estamos a tu disposición. Infórmate sobre nuestros servicios de terapia psicológica y tratamientos para la ansiedad.
Uno de los principales problemas es el gran desconocimiento de los síntomas de un ataque de ansiedad, provocando al que lo sufre auténtico pánico por no saber qué le está ocurriendo.
Qué es un ataque de ansiedad
Recordemos que un ataque de ansiedad posee las mismas características que cuando sufrimos ansiedad ante una situación, por ejemplo, antes de hacer un examen. La gran diferencia es que el ataque de ansiedad ocurre repentinamente y puede no tener un desencadenante específico; por lo que, para la persona que lo está viviendo, es aún más terrorífico por la magnitud de sus síntomas y el desconocimiento.
Este desconocimiento estimula aún más los posibles síntomas de un ataque de ansiedad, desarrollándose así un círculo vicioso. Sería algo así como, “no sé qué me está pasando, se me está acelerando el corazón, me pongo más nervioso, tengo más miedo, y, por lo tanto, se me acelera más el corazón”.
Hay veces, incluso, que se confunden sus síntomas con un ataque al corazón; ocasionando no sólo el aumento de los síntomas, sino también llevando a la persona a pensar que se va a morir.
Por estos motivos, es de vital importancia conocer a qué niveles nos afecta un ataque de ansiedad. En este post vamos a dedicarnos exclusivamente a hablar de sus síntomas, pero si te interesa, hay una publicación en el blog dónde explico qué hacer cuando se sufre un ataque de ansiedad.
Los síntomas de un ataque de ansiedad
Un ataque de ansiedad, también conocido como ataque de pánico, es una experiencia aterradora y abrumadora que afecta a muchas personas en todo el mundo.
Durante un ataque, la persona experimenta una repentina oleada de miedo intenso sin una amenaza real presente.
Los síntomas físicos pueden incluir palpitaciones aceleradas, dificultad para respirar, sudoración excesiva, temblores, opresión en el pecho y sensación de desmayo.
A nivel emocional, la persona puede sentir una profunda sensación de terror, miedo a perder el control o volverse loca. Los ataques de ansiedad pueden ser debilitantes, afectando la capacidad de realizar actividades cotidianas y generando un temor constante a futuros episodios.
La duración de un ataque puede variar, pero suelen alcanzar su máxima intensidad en cuestión de minutos. Es crucial que las personas que experimentan estos síntomas busquen ayuda profesional para recibir un diagnóstico adecuado y aprender técnicas de manejo de la ansiedad, ya que el tratamiento puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad de los ataques y mejorar la calidad de vida.
Los síntomas de un ataque de ansiedad pueden variar de una persona a otra; aunque se considera que se está sufriendo un ataque de ansiedad si aparecen cuatro o más de los siguientes síntomas:
Taquicardia
La taquicardia se refiere a un aumento repentino y significativo en la frecuencia cardíaca; lo que hace que el corazón lata más rápido de lo normal. Durante el ataque de ansiedad, la activación del sistema nervioso autónomo desencadena la liberación de hormonas del estrés, como la adrenalina, lo que provoca la taquicardia. Esto puede generar una sensación de latidos acelerados y fuertes en el pecho, lo que puede ser aterrador para la persona.
Palpitaciones
Se refieren a la sensación de que el corazón late de manera irregular, rápida o fuerte, incluso sin una actividad física intensa. Las palpitaciones pueden generar preocupación y temor, pero es importante comprender que, en la mayoría de los casos, no representan un peligro real para la salud.
Opresión en el pecho
La opresión en el pecho se refiere a una sensación de presión o constricción en la región del pecho, como si algo estuviera apretando el área alrededor del corazón. Esta sensación puede ser incómoda y aterradora para la persona que la experimenta.
Sensación de falta de aire y respiración rápida
La sensación de falta de aire y la respiración rápida son síntomas comunes durante un ataque de ansiedad. Durante el episodio, la activación del sistema nervioso autónomo desencadena la respuesta de lucha o huida del cuerpo, lo que puede aumentar la frecuencia y la profundidad de la respiración. Esto puede llevar a una sensación de falta de aire o dificultad para respirar, incluso cuando no hay una obstrucción física en las vías respiratorias.
La respiración rápida también puede provocar hiperventilación, que es una forma excesiva de eliminar dióxido de carbono del cuerpo, lo que puede agravar los síntomas y aumentar la ansiedad. Aprender técnicas de respiración y manejo de la ansiedad puede ayudar a reducir estos síntomas durante un ataque.
Miedo a morir, a perder el control o el conocimiento
El miedo a morir, perder el control o el conocimiento es un temor común durante un ataque de ansiedad. Durante el episodio, la persona experimenta una intensa respuesta de lucha o huida del cuerpo, lo que puede generar síntomas físicos y emocionales aterradores.
- El miedo a morir puede surgir debido a la intensidad de los síntomas y la sensación de que algo grave está ocurriendo.
- El miedo a perder el control o el conocimiento puede surgir debido a la sensación de que la ansiedad está tomando el control total de la persona.
Aprender a identificar y manejar estos temores durante un ataque de ansiedad puede ser útil para reducir la intensidad del episodio y mejorar la sensación de control.
Sudoración y escalofríos
Como ya hemos dicho antes, durante un ataque de ansiedad, la activación del sistema nervioso autónomo desencadena la liberación de hormonas del estrés, como la adrenalina, lo que produce una serie de respuestas fisiológicas. Estas respuestas incluyen el aumento de la sudoración como una forma de regular la temperatura corporal y los escalofríos como una reacción del cuerpo al estrés. Además, la ansiedad puede llevar a una mayor sensibilidad a los cambios de temperatura, lo que puede contribuir a los escalofríos.
Una vez más, aprender técnicas de manejo del estrés y de relajación puede ayudar a reducir la intensidad de estos síntomas durante un ataque de ansiedad.
Temblores
Los temblores son un síntoma físico común durante un ataque de ansiedad. Durante la activación del sistema nervioso autónomo también se produce tensión muscular, que es la que nos va a ayudar a huir rápidamente si es necesario. Como en realidad, no tengo porqué huir ya que no hay «nada», en principio, de lo que deba alejarme, esta tensión muscular debe salir por algún lado. Y, es en este momento, cuando aparecen los temblores, especialmente en las extremidades. Es por esto, que durante un ataque es habitual ver que la persona tiembla de manera excesiva.
Náuseas y molestias en el abdomen
La activación durante un ataque de ansiedad puede afectar el sistema gastrointestinal, causando náuseas y sensaciones de incomodidad en el abdomen, como dolor, opresión o sensación de mariposas en el estómago. Además, la ansiedad puede afectar el apetito y el ritmo intestinal, lo que también puede contribuir a estas molestias.
Mareo, llegando incluso al desmayo
El mareo y la sensación de desmayo durante un ataque de ansiedad pueden ser el resultado de la activación del sistema nervioso autónomo y la respuesta de lucha o huida del cuerpo. Durante un ataque, la adrenalina puede tener efectos en el sistema cardiovascular y la circulación sanguínea. Esto puede llevar a una disminución temporal de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que puede provocar mareos y una sensación de desmayo.
Además, la hiperventilación, que es una respiración rápida y superficial durante un ataque de ansiedad, puede provocar cambios en los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en el cuerpo. Esto puede afectar el equilibrio ácido-base en la sangre y causar síntomas como mareos y sensación de desmayo.
Sensación de irrealidad o desrealización
La desrealización es un síntoma de disociación que puede ocurrir durante un ataque de ansiedad o en otros momentos de estrés intenso. Es una experiencia en la que la persona siente que su entorno o su percepción de la realidad se vuelve extraña, irreal o distante.
Puede describirse como si todo lo que está sucediendo a su alrededor se vuelve como un sueño o una película, y la persona se siente desconectada de su entorno y de sí misma. A pesar de que la desrealización puede ser aterradora, es un mecanismo de defensa del cuerpo para hacer frente a situaciones estresantes extremas. Generalmente, esta sensación de desconexión desaparece una vez que el episodio de ansiedad o estrés ha pasado. Si la desrealización es frecuente o afecta significativamente la vida diaria, es importante buscar ayuda profesional para abordar la ansiedad subyacente y aprender estrategias de manejo efectivas.
Sensación de entumecimiento u hormigueo (parestesias)
La parestesia es un síntoma que se refiere a una sensación anormal, como hormigueo, entumecimiento, picazón o sensación de «alfileres y agujas» en la piel. Y aparece en diversas partes del cuerpo, como las manos, los brazos, las piernas o la cara.
La parestesia relacionada con la ansiedad suele ser temporal y desaparece una vez que el episodio de ansiedad ha pasado.
Despersonalización
La despersonalización es un síntoma de disociación que puede ocurrir durante un ataque de ansiedad o en situaciones de estrés intenso. Es una experiencia en la que la persona se siente desconectada o separada de sí misma, como si estuviera observando su cuerpo y sus acciones desde fuera. Puede describirse como sentirse «irreal» o como si estuviera en un estado de sueño o en un sueño. La despersonalización puede afectar la percepción de uno mismo y del entorno, y puede generar una sensación de extrañeza y distanciamiento emocional.
Al igual que la desrealización, la despersonalización puede ser aterradora. No obstante, es un mecanismo de defensa del cuerpo para hacer frente a situaciones extremadamente estresantes o amenazantes. Generalmente, esta sensación de desconexión desaparece una vez que el episodio de ansiedad ha pasado.
Como podemos ver, los síntomas de un ataque de ansiedad varían desde los más físicos, hasta pensamientos sobre lo que está ocurriendo. Ya hemos comentado que se produce un círculo vicioso entre la sintomatología física y las cogniciones/pensamientos, haciendo que se agraven entre ellas. A más palpitaciones o más taquicardias, más falta de aire, más sensación de ahogo y más sensación de muerte inminente, llevando de nuevo a un aumento del ritmo cardíaco.
¿Qué hacer cuando aparecen los síntomas de un ataque de ansiedad?
Todos estos síntomas se inician bruscamente, y si no llegan a controlarse, pueden alcanzar su máxima en pocos minutos.
La duración de los síntomas de un ataque de ansiedad no está determinada, ya que depende del procesamiento de la persona que lo está sufriendo.
Cuando aparecen los síntomas de un ataque de ansiedad, es importante tomar medidas para manejar la situación y reducir la intensidad de los síntomas. Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar:
- Reconoce lo que está sucediendo. Acepta que estás experimentando un ataque de ansiedad y recuerda que, aunque es incómodo, no representa una amenaza real para tu vida.
- Respira profundamente. Practica la respiración profunda y lenta para ayudar a calmar el sistema nervioso y reducir la hiperventilación.
- Busca un lugar seguro. Si es posible, retírate a un lugar tranquilo y cómodo para reducir la estimulación externa.
- Ponte en contacto con tus sentidos. Focaliza tu atención en tus cinco sentidos para mantenerte presente y consciente del entorno.
- Usa técnicas de relajación. Intenta técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la visualización para reducir la ansiedad.
- Habla contigo mismo de manera tranquilizadora. Recuérdate a ti mismo que los síntomas son temporales y que pasarán.
- Busca apoyo. Si es posible, habla con alguien de confianza sobre lo que estás experimentando o llama a un ser querido para que te acompañe.
- Evita la auto-crítica. No te juzgues por tener un ataque de ansiedad. Acepta tus emociones y respétate a ti mismo.
- Considera técnicas de distracción. Participa en actividades que te gusten o que te relajen, como escuchar música, leer o dibujar.
Recuerda que cada persona es diferente, por lo que puede ser útil probar diferentes técnicas para encontrar las que mejor funcionen para ti. Si los ataques de ansiedad son frecuentes o afectan significativamente tu vida diaria, es fundamental buscar ayuda profesional para abordar la ansiedad subyacente y recibir el tratamiento adecuado.
Es por esto que acudir a un psicólogo es fundamental si estás experimentando ataques de ansiedad porque puede proporcionarte el apoyo y la orientación necesarios para comprender y manejar eficazmente esta condición. Un psicólogo especializado en trastornos de ansiedad puede realizar una evaluación exhaustiva para identificar la causa subyacente de los ataques y diseñar un plan de tratamiento personalizado.
La terapia psicológica te brinda un espacio seguro para expresar tus emociones y preocupaciones, lo que puede ayudarte a reducir la intensidad de los ataques y a enfrentar mejor los desencadenantes de la ansiedad. A través de enfoques como la terapia cognitivo-conductual, aprenderás a identificar y desafiar patrones de pensamiento negativos y a modificar comportamientos que contribuyen a la ansiedad.
Desde Psynthesis Psicología podemos enseñarte técnicas de relajación y respiración para reducir la ansiedad en el momento y mejorar tu capacidad para afrontar situaciones estresantes. Además, te brindaremos las herramientas para desarrollar una mayor resiliencia emocional y mejorar la autocomprensión.
La terapia es un proceso colaborativo en el que trabajaremos juntos para mejorar tu bienestar mental y emocional.
Espero que te haya servido esta publicación, y ya sabes que si tú o algún conocido esta sufriendo de ansiedad, podemos ayudarle. Para cualquier consulta nos puedes contactar ya que somos especialistas en el tratamiento de la ansiedad en Madrid.