
El tratamiento de la ansiedad
En el siguiente artículo vamos a comentar aquellas técnicas más utilizadas en el tratamiento para la ansiedad, los procedimientos que utilizan cada una de ellas, y en qué casos es recomendable el uso de unas u otras. Si te interesa saber un poquito más sobre el tratamiento para la ansiedad, continúa leyendo.
El tratamiento para la ansiedad
En anteriores post del blog pudimos hablar de qué es la ansiedad y cómo nos afecta en nuestra vida. Sin embargo, para poder explicar cuál es el tratamiento para la ansiedad, comentaremos brevemente en qué consiste la ansiedad.
A grandes rasgos, la ansiedad es una reacción normal que aparece en determinadas situaciones de estrés o incertidumbre, y que cumple una función adaptativa. Nos permite prepararnos para la acción, el afrontamiento o la huida. Un ejemplo de ansiedad es sentir “esos nervios” antes de realizar una entrevista de trabajo o cuando no podemos conciliar el sueño porque nos preocupa algo.
Generalmente la ansiedad se debe a factores ambientales (problemas familiares; económicos; laborales…), aunque también puede ser síntoma de diferentes patologías; llegando incluso a cronificarse y desarrollar lo que se conoce cómo trastorno de ansiedad generalizada (en anteriores post también hablamos específicamente sobre este trastorno).
En cuanto al tratamiento de la ansiedad, existen numerosas técnicas que pueden ayudarnos a reducir tanto su sintomatología cómo su efecto negativo en nuestra vida.
Técnicas de relajación
Los síntomas de la ansiedad se ven reflejados en nuestro cuerpo y en nuestra mente. Sudoración, taquicardias, temblores o pensamientos irracionales son algunos de los resultados de sufrir un ataque de ansiedad. Las técnicas de relajación tienen como objetivo ayudar a disminuir estos síntomas; controlar la respiración; y disminuir la activación del cuerpo.
Entre estas técnicas podemos encontrar por ejemplo la relajación progresiva de Jacobson. Esta técnica consiste en tensionar los músculos del cuerpo, parte por parte, y después relajarlos. Una vez se ha trabajado el cuerpo, se da paso a una relajación mental, para así aunar la relajación cuerpo-mente.
Técnicas de exposición
En muchas ocasiones, la ansiedad que sufrimos es fruto de la exposición a un objeto o situación que nos altera y nos produce estas reacciones. Estas técnicas se usan mucho en casos de fobias; consisten en la exposición gradual a ese objeto o situación, es decir, poco a poco, hasta llegar al objetivo último, que es la habituación a ese estímulo que nos produce ansiedad.
Para poder realizar este proceso, se suele hacer una jerarquía de exposición; en ella, la persona se va exponiendo a ese estímulo hasta que los niveles de ansiedad resultan imperceptibles.
Desensibilización sistemática
Este tratamiento para la ansiedad se parece mucho a las técnicas de exposición, pero a su vez tienen diferencias. En la desensibilización sistemática el objetivo es la reducción de las respuestas de ansiedad y de emociones negativas. También persigue eliminar aquellos mecanismos que se producen durante la ansiedad, como puede ser la evitación.
Parte de la premisa de que, al igual que se ha aprendido a evitar ese objeto, se puede aprender a eliminar el miedo que nos produce. El método consiste en realizar conscientemente respuestas que sean contradictorias e incompatibles con las respuestas ansiosas y que se suelen producir.
De esta forma se elimina la asociación entre estímulo y respuesta ansiosa, permitiendo generar nuevas y sanas respuestas, incluida la indiferencia.
Reestructuración cognitiva
Es una estrategia enfocada a modificar las interpretaciones y valoraciones subjetivas ante ese estímulo ansioso. Es decir, nos permite cambiar creencias disfuncionales y patrones de pensamiento, y, por lo tanto, de conducta.
Es una herramienta muy utilizada en la terapia cognitivo-conductual; y nos ayuda a identificar nuestros pensamientos más irracionales y automáticos, y modificarlos por esquemas de pensamientos funcionales y sanos. Permite a la persona verse y al mundo que le rodea de una forma real.
Mindfulness
El Mindfulness o atención consciente, es una forma de afrontar y tomar consciencia de la situación presente. Esta práctica nos permite poner el foco de atención en lo que está pasando, aquí y ahora; y dar cabida a nuestra experiencia real y no tanto en los juicios, opiniones o puntos de vista.
Esta práctica ha tomado mucho impulso en los últimos años, e incluso se ha transformado en un estilo de vida.
El uso de la meditación o de habilidades cognitivas como la parada de pensamiento son sólo algunas de sus herramientas.
Farmacología
Muchas veces es necesario el uso de fármacos para mitigar los efectos de la ansiedad. Cuando la terapia no es suficiente, o la ansiedad es crónica, es conveniente el uso de estos tratamientos.
He de puntualizar que siempre será necesario combinarlo con técnicas cognitivas y conductuales a través de la terapia psicológica, e ir sustituyendo estos fármacos poco a poco para dar solamente cabida a la terapia.
Esto es debido a que los fármacos pueden llegar a crear adicción, y crear una falsa seguridad en la persona (“si me quitan la medicación no podré afrontarlo sólo”). Por eso es muy importante ser precavidos y llevar un control.
Entre los tipos de fármacos más utilizados encontramos los ansiolíticos y los antidepresivos.
La psicoterapia, siempre la mejor opción
Es posible que con el uso de unas técnicas baste para poder gestionar la ansiedad en momentos puntuales. No obstante, hay veces que esto no es suficiente y es necesario acudir a un profesional.
La psicoterapia no sólo nos va a proporcionar las herramientas necesarias; también es un tratamiento para la ansiedad que nos ayuda a contemplar las causas subyacentes a ese miedo y a esa ansiedad. Nos permite ampliar el foco, a ver las cosas desde una nueva perspectiva, a relajarnos y a mejorar nuestras habilidades para afrontar y resolver nuestros problemas.
Espero haberte ayudado con este post a entender un poquito más sobre el tratamiento de la ansiedad y sus principales técnicas. No olvides que estamos aquí a tu entera disposición si buscas un psicólogo experto en ansiedad, ya sea para informarte o recibir tratamiento psicológico. Los más valientes son aquellos que son capaces de pedir ayuda. No lo dudes, si lo necesitas, aquí estamos.
¡Nos vemos en el próximo artículo!